Las ciudades costeras como Donostia – San Sebastián en el País Vasco, conocen un gran flujo de turistas en verano. Las temperaturas cálidas invitan a bañarse, a refrescarse en el agua, a vivir momentos de placer estival.
Pero eso hace que en verano, todas estas estaciones balnearias estén tan llenas que en ocasiones es difícil disfrutar de paseos tranquilos al borde de la playa, de momentos de paz absoluta a la orilla del mar.
Qué ver en San Sebastián
Es en ese sentido que visitar las ciudades que poseen playa en la temporada fría otoño-invierno puede ser una opción más que interesante.
Si bien en esos momentos del año no podremos bañarnos en una tarde tórrida y calurosa, hay muchas otras cosas que podemos hacer.
En particular, San Sebastián ofrece una serie de hermosos paisajes de mar que se ven acentuados por esos colores que el sol imprime en el amanecer y el atardecer a un cielo parcialmente nublado.
Escuchar el viento soplar en la emblemática escultura de “El Peine del Viento” de Eduardo Chillida, con el mar como espectacular telón de fondo es razón más que de sobra para recorrer estas playas semi desiertas en la temporada fría.
Como Donostia tiene la mala (y un poco falsa) reputación de ser una ciudad lluviosa en invierno, hay personas que se sienten un poco intimidadas y no se animan a visitarla. La verdad es que hay días de lluvia, pero también muchos días de sol, la temperatura no es muy baja y hay otras ventajas de visitar esta ciudad cuando no hace mucho calor.
Qué más puedes hacer en la ciudad
La gastronomía vasca en general es rica en gustos y en ingredientes intensos que en invierno se disfrutan aún mejor, porque calientan, reconfortan y alegran las tardes frescas de esta temporada.
¿Quién podría decirle que no a una txistorra y una tortilla de bacalao? Sobre todo acompañada de una sidra local espumosa y dulce.
El hecho de visitar en invierno en esta ciudad nos permitirá también disfrutar de los eventos culturales tradicionales como la fiesta de San Sebastián en enero, celebración que tiene una magnificencia que contrasta con el ambiente normalmente triste que asociamos con este mes del año.
Precios más accesibles en el alojamiento en San Sebastián, menos gente pero mucho ambiente, belleza natural y delicias gastronómicas, parecen razones más que suficientes para una visita otoño-invernal a esta magnífica ciudad del País Vasco español.