Tras un sinfín de emociones, del que probablemente haya sido para mí el país más bonito de toda Europa, nos adentramos, con cierta pena de pensar que el viaje está llegando a su fin, a la par que con un toque de prejuicio y pesimismo, puesto que todo el mundo tilda a Bucarest como una ciudad algo por debajo que Sighisoara, Sibiu, Brasov… Aun así, no es la primera vez que esto nos ocurre y resulta ser falso, por lo que decidimos comprobarlo por nosotros mismos, y llegar hasta el fondo del asunto.
Para conocer mejor la ciudad, te recomiendo hacer el free tour.
Nos adentramos en Bucarest
1. Casco antiguo
Decidimos comenzar por uno de los sitios más emblemáticos, donde nada más llegar nos sorprende la cantidad de restos de la II Guerra Mundial.
Nos dirigimos de inmediato a la famosa Curtea Veche, lugar que inspiró la novela de Drácula de Bram Stoker, y también lugar de residencia de Vlad Tepes.